Declaración del Director
El proyecto de este cortometraje gira en torno al tema del racismo y los prejuicios étnicos como germen del sufrimiento de la gente de a pie. Compara dos situaciones para provocar una reflexión en el espectador.
Origen de la idea
La idea de este corto surgió a raíz de una visita con mi esposa a Bosnia-Herzegovina en junio de 2001. Allí tuvimos ocasión de comprobar sobre el terreno la enorme tragedia que representó la guerra civil en la ex-Yugoslavia, y las terribles consecuencias que padecen hoy los habitantes de esa región desolada, particularmente los niños. Varios años después de la finalización formal de las hostilidades, las comunidades étnico-religiosas de la ex-Yugoslavia viven sin apenas contacto con las demás comunidades, haciendo expresión de una desconfianza y resentimiento muy agudos, que aún hoy continúan originando episodios de violencia física. Históricamente, estos odios se han transmitido en la región balcánica de generación en generación, dando lugar a oleadas de matanzas y masacres cada ciertos decenios. La masacre en la región anterior a la guerra civil de los años 1990 hay que buscarla en la Segunda Gran Guerra, donde decenas - si no centenares - de miles de personas fueron exterminadas por el simple hecho de pertenecer a tal o cual comunidad. La perspectiva de potenciales y muy probables conflictos futuros en otras zonas de esa misma región (Kosovo, Macedonia, Montenegro, Vojvodina) sigue planteando serios interrogantes.
El que suscribe asistió como observador a varios eventos de las Naciones Unidas (ver curriculum) relacionados con los Derechos Humanos, siendo el último la Asamblea Mundial de Naciones Unidas sobre el Envejecimiento, celebrada en Madrid en abril de 2002. Un tema constante que surge en estos foros mundiales es el profundo lazo que une cultura y Derechos Humanos. En buen número de las Declaraciones y Convenios de Naciones Unidas sobre este asunto se anima a idear y poner en práctica líneas de acción y estrategias que utilicen la cultura para promover los Derechos Humanos. La cinematografía, como medio perenne de alcanzar al gran público, y teniendo en cuenta su poder de expresividad y representación, merece ser muy tenida en cuenta como forma de llamar la atención de las conciencias sobre los graves problemas que hoy tiene planteados la humanidad.
En efecto, conflictos como los mencionados hacen que nos preguntemos por los supuestos que hasta ahora han constituido nuestra visión del ser humano. ¿Qué significa que determinada persona pertenece a una etnia o comunidad determinada? ¿Es esto contradictorio con la libertad inherente a cada ser humano? ¿Existe una identidad humana común por encima de condicionantes nacionales, culturales, religiosos o étnicos? La expresión artística sin duda tiene mucho que hacer como vehículo de estas preguntas y anhelos.
Propósito del proyecto
A la vuelta a nuestro país fue tomando cuerpo la idea de crear una historia que relatase la tragedia de esa guerra balcánica desde el punto de vista de los niños y jóvenes. A la vez pensé que el proyecto podría servir como llamada de atención al público, acerca de las consecuencias que el racismo, la xenofobia y la intolerancia en general traen cuando se les da rienda suelta. Desgraciadamente éste es un tema de mucha actualidad, en particular a raíz de los desgraciados sucesos del 11 de septiembre, y también de los episodios de intolerancia étnica surgidos a la estela de aquella tragedia, así como por la guerra de Irak y fenómenos mucho más cercanos a nosotros entre los que se cuenta la inmigración masiva de personas de culturas y etnias bien distintas, o el terrorismo que tan de cerca afecta a multitud de sectores de nuestra sociedad. En efecto, uno de los retos sociales que nuestro país encuentra en su futuro inmediato consiste en resolver los interrogantes que plantea la afluencia masiva de inmigrantes de un buen número de estados extracomunitarios. Resulta ya evidente que este fenómeno, de escala planetaria - dados los desequilibrios económicos estructurales entre regiones - y de evolución irreversible, hace replantearnos nuestro modelo de sociedad. Pero entre todo este mar de interrogantes, hay una cuestión vital que ha de ser afrontada por todos los sectores de la sociedad: la promoción de los Derechos Humanos por todos los medios a nuestro alcance, ya sean éstos políticos, jurídicos, económicos o culturales.
Por eso el guión literario cuenta en realidad dos historias paralelas: un hombre borracho despotricando contra extranjeros, minorías y discapacitados en un bar, y su interrelación conceptual con el sufrimiento de la gente en Bosnia-Herzegovina por la guerra originada en prejuicios étnicos. Las historias nunca coinciden en el espacio ni en el tiempo. El borracho y el bar quieren representar un entorno cercano en el que a veces, irreflexivamente, nos permitimos realizar afirmaciones despectivas sobre otras culturas o grupos. Cuando se da rienda suelta a este tipo de prejuicios, y existe la situación histórica propicia, pueden originarse episodios de extrema violencia, y esta siniestra posibilidad está representada por la pequeña historia de unos niños cuyos padres acaban de ser asesinados, y que vagan desamparados por la Bosnia rural en plena guerra civil.
El proyecto quiere también poner de manifiesto las contradicciones de la definición etnicista de las personas, particularmente en el militar serbio Branko (ver guión), y el descubrimiento de esas contradicciones en el niño serbio Zdenko, y su progresiva ruptura con los prejuicios que le transmitieron sus padres.
Utilidad sociocultural
La película puede ofrecer los siguientes beneficios socioculturales:
- Puede ser usada como aportación cultural de nuestro país a la promoción de los Derechos Humanos, en los eventos que Naciones Unidas, Unicef y Unesco organizan periódicamente.
- Puede utilizarse como uno de los elementos de futuras campañas de sensibilización de escolares en materia de Derechos Humanos, ya que al estar contada desde el punto de vista de los niños y jóvenes, es para ellos más fácil identificarse con las situaciones que se plantean en la película.
- Puede también servir como material de apoyo en acciones que diferentes instituciones (Defensor del Pueblo, Departamentos de Educación y Cultura) lleven a cabo para sensibilizar a la opinión pública en aspectos de los Derechos Humanos.
- Puede exhibirse en centros universitarios como excusa para suscitar debates sobre el respeto a los Derechos Humanos en nuestra sociedad.
Los papeles principales han sido representados por un actor profesional (Javier I. Baigorri) y por actores que seleccionamos mediante pruebas o casting que convocadas en diferentes ámbitos. Para los papeles de adultos, se contactó con Escuelas de Teatro y arte dramático. Para los papeles infantiles, se realizaron algunos casting en escuelas y colegios. Es muy interesante notar además que los paisajes de Bosnia son muy similares a los del norte de Navarra, donde se rodaron los exteriores.
Karlos Alastruey |